Las actividades de validación y verificación de software son un proceso clave a la hora de asegurar el cumplimiento de las especificaciones del software y de las necesidades del usuario. Validando y verificando, garantizamos la calidad y confiabilidad de nuestro producto final.

Como todos sabemos, existen algunas industrias que necesitan validar y verificar sus productos software de acuerdo a normativas internacionales para poder lanzar su producto al mercado, es el caso de los dispositivos médicos, equipos de laboratorio, industria farmacéutica, etc. que necesitan garantizar el cumplimiento de estándares según normativas EMA y FDA o el caso de ferrocarril con las normativas CENELEC. Para estas industrias, contar con un equipo de validación y verificación independiente es un requisito indispensable.

Se trata de actividades sin duda costosas y que suponen una inversión en metodologías y herramientas pero, hoy en día, en un mercado cada vez más exigente en cuanto al “time to market” y los costes, contar con una empresa que realice la validación y verificación de sus sistemas, puede suponer una clara ventaja para competitiva. Es una actividad que nos va a permitir introducir mejoras en los procesos y, además:

  • Asegurar la calidad de los productos y sistemas antes de su puesta en funcionamiento
  • Tener un mayor control sobre el proceso de desarrollo del software
  • Identificar de una forma temprana los errores y problemas
  • Evitar los costes imprevistos y los surgidos de subsanar los errores detectados.